BIENVENIDO A CASA, DANI

9.9.2011

Creo que va siendo hora de publicar un post, más aún cuando se ha jugado hace dos días un partido tan significativo para muchas personas, entre ellas yo.

Pero no han sido las ganas, sino la falta de palabras lo que me ha impedido escribirlo antes.

Aún no estoy muy convencida de lo que voy a decir, porque se me acumulan desde el domingo una serie de sentimientos muy contradictorios que a día de hoy no creo que sepa explicar muy bien. Pero después de leer el artículo de Dani para riazor.org … veo que parte de esos sentimientos son compartidos.

Estos días han sido una mezcla de ilusión, emoción, preocupación, nerviosismo … porque por un lado el bombo quiso que pudiéramos ver a Dani dos veces en una misma temporada después de 6 años, con todo lo que eso conlleva, pero por otro lado … solamente saldría vivo un equipo de la eliminatoria. Yo quería que se clasificara el Depor … o no? Si. Y Dani también quería ganar, es lógico, cada uno tira para su lado, pero es que era él a quien le iban a marcar y eso no me hacía ninguna gracia.

El previo al partido ya fue diferente. Y la entrada al estadio también. Cuando entré y vi a Dani en la portería calentando … se me puso un nudo en la garganta. Después de 5 años … digo bien … 5 años … lo volvía a ver. Y esta vez no fue fugaz. Esta vez … iba a estar 90 minutos en el campo. No podía llorar!! Estaba rodeada!! Pero cuando empecé a escuchar la canción … no lo pude remediar. Y cada vez que marcábamos … sentimientos encontrados de nuevo. Alegría por marcar pero no podía seguir con la mirada la piña que hacía mi equipo, porque no dejaba de mirar los gestos de Dani. No pudimos hacer ese resultado en otro partido?? No me hubiera dolido tanto!. Un 1-0 era más que suficiente para pasar de ronda. Y al final … ha sucedido todo lo contrario en cuanto al resultado, pero creo que la impresión y el recuerdo que se llevó Dani de Coruña y de los deportivistas, no es ni mucho menos tan negativa como el resultado. La victoria? Para mí una de las más amargaras que he vivido, precisamente por eso, porque Dani estaba en la otra portería. Además, el resultado para mí fue excesivo para el juego que hizo el Dépor, pero bueno, entró un mago en el campo y … no puede evitar hacer magia con el balón cada vez que lo acaricia con el pie.

No me siento orgullosa de este post, porque estoy “enseñando” demasiado, pero es la única forma que conozco para que Dani, que me consta que se pasa de vez en cuando por el blog, sepa que NUNCA HA ESTADO SOLO y que JAMÁS LO ESTARÁ. Ni cuando estaba aquí, ni en Elche, ni en Portugal, ni en Escocia, ni ahora en Girona. En la medida de lo posible … hay personas que estamos pendientes de él (de ti) . Siempre lo repito, pero es que es la verdad.

Estaba nerviosa por el resultado del partido ya antes de jugarse, y por el recibimiento a Dani.

Es que él … no es un “exjugador” cualquiera. Es DANIEL MALLO CASTRO, un chaval de Cambre que se dio a conocer en los Juveniles del Deportivo (antes jugador del Sp. Cambre) y que con 17 años ya jugaba con el Fabril. Un fenomenal portero, que ha tenido la buena suerte de aprender de grandes porteros que han pasado por el Dépor pero a su vez la mala suerte de no poder hacerse un hueco en la portería del primer equipo, así como la mala suerte de nuevo al lesionarse antes de jugar un Mundial con la Selección Española, dejando su puesto a un tal Iker Casillas que a much@s nos suena.

Es imposible no quererlo. No es una de esas personas que pasan por la vida como si nada. Es alguien que deja huella allá por donde pasa. Es buena persona, y querido por sus compañeros. Pero desgraciadamente en el fútbol no vale ser bueno en tu trabajo, y además buen compañero, sino que hay otras variables de las que depende la titularidad que todos conocemos y no tengo ganas de explicar ahora.

Siempre ha sido muy competitivo, pero como deben ser todos los profesionales no solamente del fútbol. Y no sé si me equivoco al pensar que quizás esa competitividad junto con el amor por el fútbol es lo que le hizo mirar hacia delante siempre y buscar ventanas allá donde le cerraban puertas.

Creo que he comentado en otras ocasiones que nos llevamos dos años y yo tenía 14 cuando lo vi jugar por primera vez. Y me siento orgullosa de haberle conocido.

Si no hubiera pasado el tiempo … seguro que estaría en el hotel a la llegada, pero 1º no tengo ya 15 años y 2º no creo que fuera buena opción agobiarle.

         Dani llegó … vió … y venció. No en el resultado, pero sí en el cariño de la gente, que después de tantos años … sigue siendo consciente del cariño que Dani tiene por esta ciudad y este equipo, que seguirá teniendo, estoy convencida, un lugar para siempre en su corazón, igual que pase lo que pase, los dos lo tendrán en el mío.

Nos vemos el mes que viene, en la  segunda visita a tu casa. Y esta vez … quizá sí me atreva y te haga una visita. De momento ... escojo esta foto porque yo ... también estaba allí.

SEMPRE DANI !!!