Dani Mallo, que triunfa en Escocia, sueña con volver al Dépor
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Cuando Dani Mallo era un chaval decían que el Deportivo iba a tener portero para rato. La idea se reforzó cuando se proclamó campeón de liga con el equipo juvenil en 1995 y pasó a defender la meta de la selección española de esa categoría dejando en el banquillo al mismísimo Casillas. Dani Mallo (Cambre, A Coruña, 1979), sin embargo, nunca triunfó en el conjunto blanquiazul. En Riazor vivió la mejor época de la historia deportivista. Conquistó una Liga, una Copa del Rey y dos Supercopas, pero siempre como tercer portero. Cansado de esperar una oportunidad que nunca llegó, en 2006 hizo las maletas y se marchó a probar fortuna lejos de casa.
El Sporting de Braga luso fue su primera parada. Allí estuvo dos años. Pero Dani tampoco jugó todo lo que esperaba y el pasado mes de enero emigraba a Escocia para enrolarse en las filas del modesto Falkirk. Y parece que, por fin, la suerte se ha puesto de su parte. En solo tres meses, Mallo se ha convertido en titular indiscutible. Es más, el coruñés disputará la final de la Copa de Escocia el próximo 30 de mayo contra el Glasgow Rangers del también gallego Nacho Novo. Será su segunda final copera tras la que vivió con el Dépor el día del inolvidable Centenariazo, aunque en esta ocasión desempeñará un papel protagonista. Pase lo que pase, ya es seguro que Dani jugará con su equipo la próxima edición de la UEFA.
"El Rangers es el favorito, pero nosotros esperamos sellar la permanencia en la liga en los cinco partidos que quedan para prepararla bien. Creo que podemos dar la sorpresa", explica Dani Mallo antes de confesar que en el Falkirk se ha vuelto a sentir futbolista. "Por fin he encontrado un equipo que confía en mí. He mejorado mucho tanto a nivel deportivo como emocional, y creo que aún me queda mucho por delante. Tengo 30 años, y desde ahora hasta los 35 llega la mejor edad para un portero", señala el meta gallego.
Han pasado ya tres años desde que dejó A Coruña, pero Dani sigue pensando que no cometió ningún error quedándose en el Deportivo como tercer portero tantos años. "Fue una decisión meditada. Quería ser el portero del Dépor, esa era y sigue siendo mi ilusión desde niño. No quiero pensar que por ser de la cantera tuve menos oportunidades, aunque los hechos están ahí. En A Coruña casi nadie sabe cómo juego y eso me da pena", lamenta el cancerbero, que en su momento coincidió en la selección española sub 18 con Aranzubia y Casillas. "Ellos tuvieron la oportunidad de triunfar y yo no. Pero me alegro de que Aranzubia esté ahora en el Dépor. Es una gran persona y un gran portero", asegura.
El meta gallego está feliz en Escocia, aunque confiesa que echa de menos su tierra. Se defiende con el inglés, pero le cuesta adaptarse a los horarios y al estilo de vida británico. Por eso le gustaría volver a jugar en España. "Con el Falkirk acabo contrato al final de temporada y no sé dónde voy a jugar la temporada que viene. No descarto seguir aquí, porque han apostado por mí y eso hay que tenerlo en cuenta, pero mi deseo es regresar a la liga española. Tengo una espina clavada. Quiero demostrar que puedo triunfar en casa y demostrarle a la gente que confiaba en mí que no estaba equivocada", afirma el arquero, que mantiene un sueño. El de toda su vida. Jugar en el Deportivo. "Me encantaría volver. El deseo de jugar en el Dépor lo voy a tener siempre y sería increíble poder cumplirlo. Si necesita un portero, aquí estoy", espeta.
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